40 Bonito

Todo me parece bonito. Bonitas las puestas de sol en las montañas, bonito el lago reflejando el sol, bonita la nieve con tonos naranjas, bonito el camino surcado en el blanco, bonita la rama bajo un palmo de polvo, bonito el perrito que corre con su amo, bonito correr rodeado de tanto bonito recodo que sube y que baja, bonita avalancha que tapa el sendero, bonito caer y rodar por el suelo y hundirse hasta el cuello y reírse con eco y sentir cada día la roca en tus dedos. Bonito, todo me parece bonito 🙂

39 Speakinglis

Una chica de veintiochos años habla con un chaval mientras espero el tren, que llega tarde. La chica dice que es de Florida, que allí nunca nieva y que incluso el año que nevó en todos los estados, incluido Hawaii, en Florida tampoco nevó. Están sentados en la parada del tren con tres asientos separándoles. El chico le pregunta si le gusta Ogden y ella contesta que es genial para gente que le gusta hacer snowboard, dice que le encanta pero que es malísima haciéndolo y que le gustaría explorar la zona más porque no ha tenido tiempo por su trabajo. El tren llega y nos separamos, pero no sin darme cuenta de algo: tras casi siete meses en los Estados Unidos puedo cotillear conversaciones que tienen lugar a unos metros de mí, sé lo que dicen los anuncios de la radio que van a toda leche y si hay una tele encendida en otra habitación sé lo que ponen y de qué hablan. Eso no quiere decir que no haya veces que no me entere de algo, pero si antes tenía poca vergüenza a la hora de preguntar, ahora que lo que no entiendo supone una anecdótica mínima parte de la conversación pues ya no tengo el típico miedo a ser un cansino. El otro día en el concierto decía cosas por el micro sin darme cuenta de que no estaba hablando en mi idioma, las otrora terroríficas conversaciones telefónicas ya no son problema, soy capaz incluso de llamar a los padres para ver qué pasa con sus enanos en el cole, hago de traductor en tiempo real cuando viene un papá que sólo habla español y otros profes necesitan que les explique por qué su niño va mal o bien en el cole, hablo con Jean en los dos idiomas indistintamente (salvo cuando hay cabreo, que los dos volvemos a la lengua nativa, lo cual es una mierda porque si de repente uno de los dos cambia a su idioma se le nota que te cagas que está cabreado…), a veces estoy en alguna parte y escuchando algo por megafonía pienso, «¿Por qué lo repiten todo otra vez?» pero lo que pasa es que lo habían dicho en inglés y ahora lo repetían en español, o al revés… En fin, que da gusto después de tanto esfuerzo tantos años poder dominar una lengua y disfrutarla. Os animo a que estudiéis un idioma. Es más, animo a mi yo viejuno del futuro y con tiempo libre a empezar a aprender una lengua. ¿Sabes ruso ya? ¡Pues ya estás tardando!

38 La vida en Ogden

A lo tonto ya llevo 25 días viviendo en Ogden, a 40 millas de Salt Lake City. Pese a la cercanía de los dos lugares y las similitudes evidentes, mi vida ha cambiado bastante. Lo que más me llama la atención de estar aquí es la cantidad de «first time evers» que estoy viviendo. Cosas simples, sencillas, gilipolleces a los ojos de muchos, pero que me hacen estar más contento que en muchos años durante el mes de enero. El invierno en la mancha es cruel. Todos lo sabemos. No hay mucho que hacer, el frío es criminal (y más en casa de mi abuela y sin calefacción), los amigos se prodigan menos, los nenes están más mustios en el cole y en general el nivel de actividad baja. Hace un par de años tenía la vía de escape de la montaña currando en la Pinilla, pero últimamente ni siquiera había nieve para hacer un invierno decente. Aquí hace muchísimo más frío, pero la gente sabe convivir con él, hay cosas que hacer en la naturaleza incluso en invierno, tener una tabla de snowboard bajo los pies y surcar la nieve es cuestión de 20 minutos, se puede hacer mountain bike como un loco por la nieve por caminicos de nieve pisada, de hecho la gente tiene bicis aposta que tienen las ruedas más anchas que las de una moto gorda; me he comprado unos cachivaches para los pies que te agarran al hielo o la nieve como si fuera pegamento y se puede salir a correr sin pega ninguna, subiendo y bajando cuestas correteando por las pendientes nevadas, en cinco minutos estás en el medio de una escena épica que podría estar sacada del señor de los anillos, correr en la nieve y cuesta arriba es tan duro que a veces se te doblan las piernas y te caes, pero la nieve hace que hasta eso sea divertido. Resumiendo: !!!!vivo al pie de una MONTAÑACAAA!!! Cada día gano unos segundos de sol y veo un atardecer precioso. Cuando quiero interacción social me voy a Salt Lake City. Si por mí fuera viviría en una casa aislada del mundo en la montaña y bajaría para trabajar, comprar y tratar con gente…

Fotos:

37 Uno y no más

Llevaba un mes dandole vueltas a lo mismo: ¿qué hago el año que viene? Todos sabéis que no estoy seguro de si quiero seguir siendo maestro (y si no lo sabéis pues os lo cuento, no estoy seguro de si quiero seguir siendo maestro), me agobia lo de tener el mismo trabajo año tras año y reinventarme de alguna manera es una cosa que me tira mucho. Que qué voy a hacer si no soy maestro, pues me encantaría ser amo de casa si tengo una parienta que me mantiene, pero dado que no van por ahí los tiros me gustaría hacer algo como dar clases de snowboard o ser un poco más jipi y viajar más (¿más? dirán algunos. Pues sí, más…).

El pasado día de Martin Luther King Jean y yo estuvimos dandole vueltas a las tantas a fin de llegar a una conclusión. Jean no quería estar otro año aquí y yo pensé que lo mejor era liarse la manta a la cabeza y empezar otra aventura en otra parte. Ya sea Los Ángeles o cualquier otra parte del mundo. Empuñé el boli como si fuera un arma letal y puse una equis en el papel donde ponía que el año que viene no vuelvo a trabajar en mi cole. A continuación cogí por banda el cuaderno de resoluciones de año nuevo (que tengo vacío a espera de ideas) y puse que la primera resolución de año nuevo era dejar de ser maestro… La conversación tomó un tono distinto, como más intenso y tras muchas vueltas y cambios de opinión decidimos que no, que necesitamos al menos otro año para dar el siguiente paso. Básicamente porque no tenemos ni puta idea de cual es el siguiente paso y otro año nos puede ayudar a verlo más claro. O eso dijimos, porque lo mismo cambiamos de idea mañana otra vez, y eso también es bonito, que lo que un día es negro al día siguiente es blanco y si te guías por el corazón pues vas a dar muchos tumbos… Conclusión: seguimos igual de indecisos pero hemos puesto una equis en un papel, ahora mi directora está mucho más contenta conmigo (como para no estarlo, soy el único profe que no ha faltado aún y tengo buenos resultados) y mi mentora en el cole ha dejado de mirarme con cara de perro y ojos de «después-de-todo-lo-que-te-he-enseñado-y-lo-que-peno-contigo-me-vas-a-dejar-tirada-hijoputa». No creo que le hiciera gracia volver a ver todo lo visto conmigo el año que viene con otro españolito novato…

Para ilustrar lo guay que va todo en el cole voy a poneros un video de mi Elizabeth y mi Joseph (yo les llamo Lizzy y Joe) que me tienen robado el corazón. PÍNCHAME

36 Anecdotario

Ha pasado un mes desde que escribía con regularidad y desde entonces ha pasado de todo, así que quiero hacer una recapitulación de lo más destacado de los últimos treinta días.

Ayer un niño me dice: «I need a hug» (necesito un abrazo), así que le levanto del suelo y le doy una vuelta en el aire en un achuchón giratorio. Cuando lo dejo en el suelo, el enano me sonríe un poco flipando y me dice «that was cool but I still need a HAT!» (Guay, pero sigo necesitando un ¡GORRO!). Otro enano de kinder o preescolar hizo caca en su mano y luego se limpió con la pared…

Mi amigo mormón me invitó a su iglesia y he descubierto que no se parecen en nada a las de España. Tienen una cancha de baloncesto con parqué que la flipas y jugamos un partido con siete mejicanos no mormones que hablaban de beber cerveza y follar mujeres, con lo que ahora pienso que los mormones no son tan cerrados como los pintan, aunque recuerda al opus que no veas, tienen una comunidad súper unida, me juego el cuello a que muchos son mormones para integrarse aquí.

Estoy usando el guitar center como una biblioteca. Su «30 days return policy» es perfecta para cambiar de guitarra cada poco de gratis. La última adquisición es una Gibson Les Paul americana que me voy a quedar un mes, voy a dar un concierto con ella y devolveré con toda mi jeta un par de días antes de que se cumplan los 30 días.

35 La hora de la verdad

Ha llegado el momento. La decisión no se puede demorar más. Mi directora me dio un papel hace dos semanas para que le diga si sigo el año que viene o no. Me he hecho el loco todo lo que he podido y le he dicho que Jean y yo estamos dándole vueltas. Tras algo de presión y algo de chantaje emocional por parte de mis compatriotas Yira y Ángel, me he comprometido a decidir durante este puente (el próximo lunes celebramos el día de Martin Luther King). No quiero marear más a mi directora después de haberme apoyado todo este año, pero lo que más me importa es que esos enanos que me han robado el corazón este curso tengan el mejor profe posible el año que viene. Por no hablar de que cuanto antes lo diga antes descanso.

Las cosas van mejor que nunca bajo mi egoísta punto de vista: tras la mudanza a Ogden (odisea en el día de año nuevo) vivo a dos minutos andando de la montaña, corro por la nieve en la montaña, voy en bici por la nieve en la montaña, hago snowboard en un resort que te cagas a 20 minutos de casa. El grupo sigue activo y hemos cambiado a Julio (batería borrachuzo y regulero) por Joe Bondra, que toca al nivel de Francisco y le gusta el Death Metal y el Jazz (y si se emborracha, que no suele, no se le nota al tocar). Tocamos en nochevieja y tenemos otro para el 26, también están comentando hacer uno en las Vegas en un garito mítico de rock de allí, pero lo mejor es que estamos empezando a componer con Joe y todo a cambiado muchísimo a mejor. Me levanto mucho más tarde que antes, descanso más y mejor y llego a casa con tiempo para disfrutar un par de horas de sol por las montañas. Pagamos mucho menos de piso y además no pago el tren porque no lo uso. Jean lo usa pero tampoco paga porque le sale gratis por trabajar en la universidad.

Tras esto podríais decir: «todo de puta madre entonces ¿no?» Pues sí… y no. La cruz; Jean se pega el madrugón que me pegaba yo, se hincha a tren como me hinchaba yo, llega a casa tarde y nos vemos poco entre semana. Cuando ensayo voy a Salt Lake y la recojo y cuando no, pues no… En definitiva, que yo firmaba ahora mismo otro año, pero somos dos y las opciones se multiplican. Acepto consejos, visitas, yoquetús y lo que me queráis decir.

34 Parte de nieve

¡¡AVISO!! ESTE POST ES UN TOSTÓN SI NO TE INTERESA EL SNOWBOARD (PUEDE QUE LO SIGA SIENDO AUNQUE TE INTERESE), LO ESCRIBO COMO DOCUMENTO DE REFERENCIA PARA COMPARAR CON OTRAS TEMPORADAS DE NIEVE, PUEDE SER MÁS RÁPIDO E INDOLORO ECHAR UN VISTAZO A LAS FOTICOS Y PASAR DE LEER EL TESTAMENTO, AVISADOS QUEDÁIS.

Miércoles, las pistas amanecen de color blanco brillante. El sol intenta calentar y el «huevo» que sube esquiadores ya está girando. La nevada de anoche hace que hoy puedan abrirse unas cuantas pistas más, aunque yo tuve bastante ayer con las que había, sobre todo con las que a pesar de estar cerradas tenían enormes cantidades de nieve polvo sin pisar. Pero ayer la niebla no dejaba ver la belleza del lugar. Hoy todo esta claro y puedes ver no sólo las pistas, sino un horizonte de montañas blancas.

Tras la primera bajada me encuentro dentro del huevo apretujado en el pequeño banquito con seis esquiadores. El que esta justo a mi lado podría tener ochenta años, no para de hablar, escupe cuando habla y huele a cabra enferma. Concentrémonos en la bajada: las pistas están pisadas, rápidas y sin hielo, tampoco hay mucha gente así que se puede correr sin jugártela. Lo mejor es que hay un kicker y una pirámide que no estaban ayer.

La segunda bajada ha sido más de lo mismo, me he atrevido con la pirámide, pero el salto aún me da respeto. Si al menos hubiera alguien para grabarlo por si me doy un ostión tendría documento gráfico de lo que ha salido mal… A ver si le echo pelotas.

Tercera bajada y acabo de ser testigo de como un esquiador de 14 años se rompe el coxis en el kicker grande. Ahora está cerrado, tampoco es que me apetezca probar ya… Lo «bueno» es que he visto trabajar a los pisteros de Snowbasin y son muy profesionales; han llegado enseguida, han inmovilizado al chaval como si se hubiese roto la columna y se lo han bajado con cuidado pero rápido. Pese a todo, ojalá no los necesite nunca.

Cuarta bajada y la pirámide está controlada, está claro que necesito tres rápidas para calentar. He oído por ahí que quieren abrir el salto otra vez, pero yo hoy salto donde sea menos donde se acaban de romper el culo, puedo entrar más fuerte y con más confianza a los saltos que ya tengo un poco controlados en vez de jugármela en uno nuevo que acaba de probarse peligroso.

Después de cuatro bajadas más han abierto el salto de nuevo, tras ver unos cuantos saltos sin accidente me he animado a saltar yo también. Dos saltos. El primero demasiado lento y con más miedo que siete viejas, aterrizado en el plano pero planchado y controlado. El segundo un poco más rápido pero con menos control, aterrizado en el límite plano-recepción.

Tras diez bajadas y cinco saltos, dos de ellos aterrizando donde debo, con subidón de adrenalina y ganas de hacerlo otra vez, la montaña se está quedando vacía. Son las tres y media y hace un frío que ni en Alcázar, además se empieza a nublar. Lo bueno de tener pase de temporada es que te quitas el estrés de «tengo que aprovechar que a saber cuando vuelvo», vuelves cuando quieres y es una pasada.

De momento llevo 9 días de nieve, el primero el 17 de noviembre yo solito en Brighton, en Salt Lake, cuando Snowbasin no había abierto aún. El segundo y el tercero ya en Snowbasin con Jean el uno y dos de diciembre. El día uno estuvimos en la pista de aprendizaje todo el día y subimos a Middle Bowl una vez. El día dos estuvimos en la pista de aprendizaje y cuando estábamos listos para ir a las azules, nos dijeron que cerraban por viento. Mi cuarto día fue el sábado 8 de diciembre, antes de la derrota de Manny Pacquiao, con sólo la silla de Middle Bowl abierta, un poco rollo. El quinto día fue el viernes 14 de diciembre, recién salido del cole, con la tabla en el coche. Fue el primer día que pude disfrutar de una bajada completa desde Needles hasta abajo del todo, hubo un concurso de freestyle. El sexto día lo hice con Jean, el sábado 15 de diciembre. Calentamos en la pista para bebés y luego hicimos dos bajadas desde Needles, descansamos en el «super lodge de lujo» escuchando a Jeff Crosby and the Refugees y Jean me dijo que quería hacer otra bajada, la hicimos casi hasta el final, cuando decidimos que mejor andar el último kilómetro que penarlo. El séptimo día fue con Jean también, el domingo 16 de diciembre, llegamos algo tarde, a eso de las doce, pero tras calentar en la de los peques hicimos Dan’s run penando un poco, practicamos más en la pequeña y luego hicimos al menos otra (puede que dos, no estamos seguros) desde Needles por lo más fácil. El octavo día fue el martes 18 de diciembre, con gran cantidad de nieve polvo y un día un tanto gris en el que me acabó doliendo el pie de atrás de tanto cargar el peso para flotar en el «powder», también batí mi récord de velocidad: 6 minutos y 28 segundos desde Needles hasta abajo. Mi noveno día ha sido hoy miércoles 19 de diciembre y está más que descrito en el post. Sorry por el tostón, es un cuaderno de bitácora que me será útil para valorar la temporada.

33 El águila de hierro

El cantante de mi banda me enseñó el otro día lo que quiere como nuevo logo. Según parece, se trata de un dragón (por eso de que escupe fuego), pero a mí me recuerda más al águila de hierro de los nazis y cuanto más se le parece más me gusta. Ya sabéis todos lo que pienso de los nazis. Sin embargo, me parece injusto que acaparen la iconografía que les dé la gana cuando tanto la esvástica como la cruz de hierro y el pájaro en cuestión son símbolos más viejos que hacer pis.

Por otro lado, la propaganda nazi dio resultado; si fue capaz de convencer a millones de que un enano con bigote era la caña que lo flipas, lo mismo es capaz de convencer de que los Spitfires son el mejor grupo de punk-metal de todos los tiempos…

En fin, que me gustaría que me dijerais qué pensáis vosotros, si la gente va a «get the wrong idea» como dice mi otro guitarra, si os mola así, más nazi, con cola y escupiendo fuego, o sí creéis que lo mejor es un pene con alas o un flamenco rosa asesinado por las SS nazis…

32 Acción de gracias

La pasada semana pude disfrutar de mis primeras mini-vacaciones desde que estoy aquí. Los cuatro jinetes del Apocalipsis (Jean, Mariángeles, Héctor y yo) nos metimos en un coche y nos fuimos a Los Ángeles. Para no hacer todo del tirón, que son once horas, y aprovechando que Las Vegas está a medio camino, hicimos noche en la ciudad del pecado. No deja de ser irónico que la siguiente ciudad al sur de mormonlandia sea viciolandia… Supongo que será para compensar de alguna manera.

La visita transcurre sin más, gano mis 50$ en la ruleta por la noche, andorreamos un poco de aquí para allá y nos metemos los cuatro en una habitación de dos personas para ahorrar en alojamiento (a 10$ por cabeza nos salió la estancia, eso sin contar que gané 50$). A la mañana siguiente Jean me dijo que si iba con ella a echar una ruleta, la acompaño, pero una vez allí le digo que sí está segura y acabo jugando yo… como resultado pierdo 100$, pero como había ganado 50$ y otros 50$ la última vez, me digo que estoy empate y saco pasta para acabar recuperando los 100$ y ganando 12$ más. Tanto Jean como yo estábamos preparados para que aprendiera mi lección, perdiera algo de pasta y se acabara la historia, pero nada de esto ocurrió y mi balance se quedaba en +112$ desde que empecé a jugar a la ruleta… Jean perdió 20$ y Héctor y Mariángeles no jugaron nada.

Ya en Los Ángeles, nos hizo tiempo irreal para mediados de noviembre. Nos bañamos en la playa. Perreamos por Venice. Hicimos un poco el guiri. Vimos a los padres de Jean. No madrugamos nada y cargamos las pilas al sol.

La noche de acción de gracias fuimos a casa de unos amigos de la familia: Sue y Richard. Me llama la atención que Richard es el tío que edita las pelis de Batman y tiene tres oscars en el salón: uno por «Master and Commander», otro por «Inception» y el último por «The Dark Knight». Me hice una foto con uno y la pongo ahí abajo.

Comemos todo lo que se come estos casos: pavo al horno, «stuffing» (que es como pan con zanahoria y verduras con la grasa del pavo o «gravy»), puré de patatas, puré de boniato y pastel de calabaza, del que había tres variedades. «Mu rico tó.»

En el viaje de vuelta somos uno más, ya que «Duchess», la gata de Joe (papá de Jean para quien no lo conozca) ha sido adoptada por nosotros ya que Joe y Dorotka van a ser papás (o más bien porque Dorotka y Duchess se odian). Este hecho provoca el momento más divertido del viaje, cuando ya de vuelta en Las Vegas, cuatro adultos van por los casinos dando voces en español sin sentido para que no se oigan los maullidos de una gata que va dentro de una bolsa del Ikea tapada con una chaqueta. Hacemos como que vamos pedo y nadie se da cuenta de nada porque montamos mucho más escándalo que la gata, en parte aposta y en parte porque nos estamos partiendo el ojete que no es ni normal. La escena del ascensor es especialmente ridícula: suma voces y risas desproporcionadas a volumen realmente molesto en un metro cuadrado de espacio y obtendrás gente que te mira como sí te quisiera matar… Una vez la gata está dentro de la habitación del hotel, el día vuelve a la normalidad. Gano otros 50$ en la ruleta (Héctor y Mariángeles pierden 70$ usando una variante de mi técnica) y cuando a la mañana siguiente Jean me dice que si echamos otra me mantengo firme y me voy con mis 50$ y sin penar (162$ en total). Al sacar a Duchess del hotel, no montamos el mismo numerito y llamamos menos la atención, de vez en cuando la gente oía un «¡miau!» y nos miraba con cara de sorpresa, pero devolvías una mirada de «¿Qué-coño-gato-ni-qué-leches-dices?» y asunto resuelto.

La vuelta al frío y a currar fue cruel, una diferencia de 17-18 grados en unas horas no es fácil de digerir. Eso por no hablar del paso de no hacer nada más que lo que te place a encerrarte en un cole de 8 a 16…
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31 Primera evaluación

Voy a hacerlo como en el cole (en el de Spain, que aquí es un lío). Llevo en Utah más de tres meses: agosto, septiembre, octubre y como medio noviembre. Toca la primera evaluación. Primer trimestre. Las asignaturas pueden ser vida social, experiencias únicas vividas, trabajo, calidad de vida y cualquier chorrada que se me ocurra por el camino.

Empiezo con el trabajo y no puedo evitar darme cuenta de que nunca he trabajado tanto en un cole en mi vida (porque también he vendimiado pero para eso no hay que saber inglés ni venirse tan lejos). En honor a la verdad se debe comentar que aprendo mucho tanto de otros profesores como de los niños directamente y que soy mejor profesor ahora que hace tres meses. Económicamente curras más horas y te las pagan mejor, pero te queda menos tiempo para tus cosas así que sale en proporción. ¿Compensa? Pues va por días, lo mismo tengo la sensación de que me roban la libertad y que nada es mejor que llegar a casa a comer a las dos como otro día me siento agradecido de poder disfrutar de 26 enanos flipantes en un cole en el que no paro de aprender mientras hago buena pasta. Supongo que a la larga cuando recupere la inversión inicial de coche, cama, casa, etc… me convenza más. A día de hoy me sale un SUFICIENTE bajo por los pelos.

Experiencias únicas vividas como volar en ala delta en «Point of the Mountain»con condiciones idílicas, visitar Yosemite y ver cómo la naturaleza directamente se vuelve loca en ese valle, vivir en casa de unos jipis que me ayudan a encontrar mi gata perdida, hacer surf en «Malibu Beach» y patinar en «Venice Beach», aprender mucho sobre los mormones y sus mormonadas, tocar en una banda de punkies de Salt Lake, salir a hacer «hiking» (o mejor aún, «mountain biking») por Las Montañas Rocosas, escalar en un rocódromo profesional, subir a Park City (donde hacen el festival de Sundance) con el papá de Jean y Dorotka a ver mi primer musical tras anunciarnos que van a tener un hijo, o bañarse en un jacuzzi al aire libre mientras nieva y salir un rato a revolcarse en la nieve para volver a meterse corriendo son el tipo de experiencias que sustentan este experimento de venirse a las Américas. Por otro lado, la despedida, ver crecer a Pedrito, Abel, Paula, Andrea, Sandra, Hugo, Miwelín; el nacimiento de Eva, y montones de ratos con los colegas también se van y no volverán… Sabiendo de mi culo inquieto y que si estuviera en Alcázar no apreciaría todo lo que tengo como ahora que os echo de menos y me faltáis, voy a poner un BIEN que también podría ser SUFICIENTE alto.

Vida social es una asignatura complicada, mis interacciones sociales (en orden de importancia) son con Jean, Isis, Héctor, Mariángeles, compañeros de trabajo y sólo durante el trabajo (aunque como trabajamos tanto nos estamos cogiendo cariño), compañeros del grupo (Spitfires), un tío que toca la batería que te cagas que es de Philadelphia y se acaba de mudar (Joe Bondra) y mis compis de piso. Puede no parecer mucho, pero con el poco tiempo libre que tengo y la cantidad de cosas que hay que hacer tampoco da para mucho más. Además del poco tiempo que llevamos aquí, BIEN alto de siete casi.

Y con esto llego a la estación, si tengo un rato mañana evaluo un poco más.

Pues ya es mañana y tengo un rato. Voy a evaluar calidad de vida a ver qué me sale, aunque creo que va tan ligada a las experiencias, el trabajo y la vida social que puede ser redundante. Se come mal y a destiempo, pero todos los sitios son «nuevos» para mí, sufi. Los tomates están más caros y los plátanos más baratos, las gallinas que entran por las que salen. La ropa americana es más barata, las cosas de montaña tienen mucho mercado, bien. No es extremadamente difícil encontrar gente con quien tocar, notable. Hay 2 guitar centers en los que te puedes pillar la guitarra que quieras y si no te convence la devuelves en un mes cuando ya te has hartado de la novedad (estoy pensando en pillar una sólo para el concierto de los Spitfires y devolverla después) notable. Cuando nieva está todo precioso, bien. Las montañas ofrecen mil posibilidades de ocio del que a mí me gusta, notable. El trabajo se lleva la mayoría de tu tiempo, insu. No hay jamón Serrano, insu; pero he descubierto un supermercado que se llama Costco que tiene queso García Baquero de Alcázar (estoy convencido de que el queso y yo somos las únicas cosas de Alcázar en Salt Lake), bien. Hace más o menos el mismo frío que en Alcázar y además nieva, sufi. Las casas están muy bien preparadas para el frío, bien. Las lavadoras y secadoras (porque todo el mundo tiene secadora) son enormes y van que te cagas de bien, bien. La ciudad es «bike friendly», bien. Hay conciertos de cualquier estilo, sufi. El mejor chocolate caliente que te pueden poner en un bar es una mierda y está aguado, insu. La gente no fuma, y está prohibido en todos sitios, notable. Tampoco se echan la siesta ni te la puedes echar tú, insu. Puedo estar con Jean, sobresaliente. No puedo ver familia ni amigos, muy insuficiente. En fin, que ni yo me aclaro y no sé muy bien qué me sale de media, el caso es que será más de un suficiente porque si no ya me habría ido, que no sería la primera vez.