Mi cuello con agujetas me recuerda mientras veo la nieve tras la ventanilla del tren que ayer estuve de concierto por primera vez aquí. Tocaba Epica con Alestorm, Insomnium y System Divide.
La noche comenzó con Insomnium ya que System Divide han cancelado la gira (a mi me da que no les salía rentable). Había media entrada, el ambiente era bastante frío (como el tiempo en Salt Lake, con viento y tormenta de nieve para el finde) y apenas vi cinco camisetas de Insomnium contando la mía. Al fin y al cabo se trata del grupo menos importante del cartel y la gente no parecía muy entusiasmada.
Se apagan las luces y suena «Inertia», la intro de su último disco «One for Sorrow», atmósfera oscura y melancólica que sirve de telón de fondo para que Insomnium suba al escenario. El tema tiene un cambio de intensidad que es aprovechado por la banda para pasar de la grabación al sonido de directo y conectar directamente con el público, que ya no volverá a desconectar. Las guitarras suenan desgarradoras y tristes, llenas de fuerza y contundencia arropadas por una base rítmica que parece maquinaria de precisión al servicio de una apisonadora sonora.
La voz gutural de Niilo es mucho más potente que en el disco y el sonido de la banda es nítido, puedes distinguir claramente las dos guitarras, el bajo y la batería, una gozada. Además, la escasez de público hace que estar en la segunda fila sea cómodo y toda la acción tiene lugar a dos palmos de nuestras narices. Tras «Inertia» la banda saluda, señala que es la primera vez que tocan en Salt Lake City y expresan su deseo de que no sea la última con un tono que deja ver su preocupación por que pueda ser el caso. Presentan «Only One Who Waits» y la cosa se anima, en las primeras filas se forma el primer mosh-pit de la noche y entre saltos y empujones puedo ver que el nuevo guitarra tiene tanto la habilidad como la actitud adecuadas para estar en esta banda. Las melenas no paran un instante mientras ritmos frenéticos se solapan con melodías marca de la casa sin parar. Tras los últimos versos «only one who waits, your shadow by your side, only friend in life», nos agradecen el apoyo y siguen con «Down With the Sun» otro tema que no podía faltar, la ejecución es minuciosamente precisa y la sensación que transmiten es de estar tocando muy cómodos, la actitud es dura pero sin artificios, simplemente cuatro músicos disfrutando de lo que hacen.
El público esta rendido ante la evidencia, la banda es capaz de hacer disfrutar de su directo a gente que nunca les ha escuchado y que no son seguidores del estilo. Yo personalmente disfruto como un enano, y cuando comienza el riff de «Through the Shadows» estoy ya en el séptimo cielo del metal. Las guitarras armonizadas son suplidas con un octavador para no sacrificar la guitarra rítmica en directo y la solución me parece más acertada, ya que sin ella puedes ver a los dos guitarras hacer virguerías, pero la solidez sonora pierde enormemente. El riff en cuestión es súper adictivo y pude comprobar que ellos disfrutan tocándolo tanto como yo en casa. Las voces limpias de Ville Friman hacen algo más «cantable» el estribillo y el tema deja un excelente sabor de boca entre los asistentes, a la espectativa de ver con que nos sorprendía la banda, que no ha repetido setlist durante lo que llevan de gira.
Las dos canciones elegidas para cerrar en concierto fueron «Unsung» y «One For Sorrow» (de la que puedes ver un VIDEO), dos medios tiempos cargados de sensibilidad, melodías muy trabajadas y toda la magia finlandesa que Insomnium despliega en su música. Antes de despedirse, reconocen la buena respuesta del público de Salt Lake (que yo imaginaba bastante más parado) y nos sugieren una visita al stand para que, palabras literales, apoyemos a los pobres, pobres finlandeses («support the poor, poor Finnish guys»). Un concierto que se hace corto y demuestra que merecen una mejor ubicación dentro del cartel en que se encontraban, como pude comprobar más adelante.
Alestorm presentaron su curiosa propuesta: «True Scottish Pirate Metal». Letras divertidas que hablan de la vida pirata, beber ron y follar con taberneras golfas. Actitud sin complejos y melodías folk a lo «mago de oz» que pusieron a la sala a bailar y cantar estribillos tipo «With a bottle of rum and a yo, ho, ho». Las presentaciones fueron especialmente divertidas: «esta canción va de beber cerveza, meterle el dedo a las tías y navegar por los siete mares», o «esta canción dura 8 minutos, es muy aburrida y va de pulpos gigantes». En otra preguntaban si nos gustaban los piratas y si nos gustaban las canciones para anunciar que la canción se llamaba «Pirate Song».
La anécdota la protagonizaron los escoceses cuando el equipo de la sala dejó de sonar (se habían pasado del tiempo con tanta fiesta pirata) a mitad de la presumiblemente última canción, que continuaron tocando con el sonido de la batería y los amplis a pelo. El cantante se desgañitó para despedirse y la audiencia coreó su nombre con insistencia más por el incidente que por otra cosa.
Tras desmontar la batería (Alestorm tocaba con el equipo de Insomnium, demostrando no sólo ser los mejores, sino los más majos) y probar todo otra vez salen al escenario Epica, con su cansino heavy metal, su voz chillona, sus guturales que no tienen fuerza ni intención, ni vienen a cuento y canciones de las que no te puedes llevar mucho. Buenas ejecuciones de temas bastante aburridos que no lograron animar ni a los que se acercaron a verles a ellos, en teoría mayoría.
Tras tres eternos temas cargados de poses arrogantes y subidas nos vamos a la mesa de mezclas y nos parece mejor show ver al técnico de luces apretando botones al compás de los temas que la propia banda. Al ver en el setlist del técnico de sonido que aún quedan ocho canciones y ante la posibilidad de que sean tan largas y malas decidimos irnos del recinto, no sin antes apoyar a los pobres, pobres finlandeses (les pillé dos discos y una camiseta), que merecieron otro lugar en el cartel, de hecho, a juzgar por la respuesta del público, Alestorm debería haber cerrado y Epica ser teloneros. A mi juicio, el hecho de que Insomnium abriese para esas dos bandas es simplemente indignante.